Hoplitas: Los hoplitas fueron los soldados-ciudadanos de la infantería
de la antigua Grecia. Y entre su haber se encuentra las victorias griegas en
las dos Guerras Medicas. Recibieron el nombre del escudo que portaban (hoplon).
Este era cóncavo y circular, de más o menos de un metro de diámetro, que cubría
completamente la parte izquierda del guerrero y dejaba libre el brazo diestro
para esgrimir la lanza o la espada para luchar cuerpo a cuerpo con el enemigo.
Además el escudo protegía el flanco derecho del compañero situado
inmediatamente a la izquierda. Solían
llevar los hoplitas a parte del escudo, una lanza y una espada una coraza,
grebas y un casco que en ocasiones ostentaba un penacho de cola de caballo o
plumas de aves. Los hoplitas más conocidos y reputados fueron los espartanos.
Los inmortales: Integraban el cuerpo de guardia de los reyes
persas y se consideraban la reencarnación de las divinidades con alas que
servían al dios Ahura Mazda. Este cuerpo fue fundado por Ciro II y
constituyeron el primer cuerpo de custodios reales documentado de la historia.
Aquellos “10000 guerreros”, que eran los mejores combatientes, debían medir
1,60 metros como mínimo, lo qué era una altura muy considerable para aquella época.
Solían ir armados con arco, lanza larga,
un cuchillo y una espada de hierro. Llevaban una coraza de escamas de oro y
trajes con hilvanes de hilo dorado. Se les denominaba Inmortales porque cuando
uno de ellos caía en combate lo sustituía otro de la misma talla dando la
impresión de que nunca morían.
Trirreme: Se trataba de una embarcación de origen griego que
constaba de 3 órdenes de remos a babor y 3 a estribor. La disposición de los
tres órdenes de remos era la siguiente: 31 remos en el nivel superior y 27
remos en las dos restantes filas inferiores.
Es decir un total de 170 remos que medían aproximadamente 4,5 metros de largo.
En la parte posterir de la navegación se encontraba un timón. No solo el
trirreme se propulsaba con remos sino que constaba también con velas móviles.
De eslora (largo) solían medir unos 35 o 40 metros y de manga solo de 5 a 7
metros. Los trirremes de guerra solían tener un ariete puntiagudo de bronce
llamado espolón que servía para embestir a las embarcaciones enemigas. Y
alcanzaban como velocidad mínima los 9 kilómetros por hora y la máxima seria de
15 kilómetros por hora. Los mejores trirremes fueron sin duda alguna los
atenienses.
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